¿De dónde viene la tradición de San Valentín y qué tiene que ver con lobos y militares?

Los antiguos romanos celebraban una fiesta en honor al dios romano Lupercus, el dios de la fertilidad. Se metían los nombres de muchachas adolescentes en una caja y los jóvenes los extraían al azar. De este modo, a cada uno de ellos se le asignaba una compañera para su mutua diversión y placer (a menudo sexual) durante todo un año, finalizado el cual se organizaba otro sorteo. Para ellos se reunían en una gruta llamada Lupercal el el 15 de Febrero para asegurar protección contra los lobos.

Después que los romanos conquistaron a Bretaña en el 43 aC, los británicos “tomaron prestado” muchos festivales romanos.

No fue hasta el año 496 ( siglo V) de nuestra era cuando el Papa Gelasio nombró a San Valentín como sustituto cristiano del dios pagano Lupercus.

Según la historia, Valentín habría sido un sacerdote que vivió durante el siglo III de nuestra era en la antigua Roma, donde el cristianismo estaba perseguido, y donde a los soldados en la época de Claudio II no se les permitía casarse, para que rindieran más en el campo de batalla.

Sin embargo, este sacerdote combatió esta injusticia dedicándose a casar a las parejas a escondidas. Su popularidad hizo que el emperador lo persiguiese y encarcelase.

Según dice una tradición, San Valentín arriesgaba su vida para casar cristianamente a las parejas durante el tiempo de persecución.

Por fin entregó su vida en el martirio, que es la máxima manifestación del amor.

Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está en la ciudad italiana de Terni.

Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo, un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.

Los jóvenes romanos instauraron la costumbre de ofrecer a las mujeres que les agradaban y a las que deseaban cortejar escritos con manifestaciones de afecto, el 14 de febrero. Estas misivas se pusieron bajo la advocación de San Valentín.

La tarjeta se extendió con el cristianismo. La más antigua de las conservadas fue enviada por Carlos, duque de Orléans, a su esposa mientras él se encontraba preso en la Torre de Londres. Se exhibe hoy en el British Museum.

Es también San Valentín el PATRÓN DE TRUJILLO