Más adelante Santa Clara incluyó a los Reyes Magos y el resto lo hicieron los franciscanos que difundieron el belén por las Iglesias. En el ámbito institucional el Rey Carlos III importó de Nápoles en el S.XVIII esta moda que ha llegado hasta nuestros días.
El Árbol tiene su origen en Alemania y los países escandinavos. Mientras antes se colgaban productos naturales ahora priman más adornos y regalos. En los edificios melillenses observamos este año más profusión de balconeras, cuyos motivos son la Sagrada Familia o el Niño Jesús. A la hora de felicitar, en los últimos años hemos asistido a una evolución. La tradición escrita tuvo en el teléfono un fuerte competidor, el que a su vez lo tiene hoy con los sms, redes sociales, messenger o las felicitaciones virtuales.
Colocación de los invitados
De nuevo escribimos, aunque por otros medios inmediatos, pero si optamos por el servicio de correos, las cartas deben salir con al menos diez días de antelación al 24. En la fiesta de esta noche, sin duda la alegría marcará el reencuentro con familiares y amigos. El lugar elegido será nuestro propio hogar, el cual abriremos convirtiéndonos en anfitriones. Y tal vez nos planteemos como debemos colocar a esas personas con las que vamos a compartir la cena más entrañable del año. Si hablamos de precedencias, será la edad la que prime. Hay otra duda en cuanto al lugar donde vamos a sentar a los miembros de la familia, así las nueras tendrán preferencias sobre las hijas y los yernos sobre los hijos.
El descanso matrimonial (separar al marido de la mujer) también será aquí adecuado, sobre todo porque evitaremos que las cuestiones más internas sigan siendo tratadas en una noche como esta. Los niños, salvo que sean muy pequeños que se sentarán junto a su madre, tendrán su mesa, decorada para ellos y lo más práctica posible, así evitaremos los percances que sufren los manteles.
Para la cena de hoy debemos escoger un mantel hasta el suelo, que tenga más vistosidad que calidad. Olvidaremos el mantel blanco para la Nochebuena y lo pondremos en otras ocasiones. La época invernal, en la que vivimos, se dejará sentir al elegir tonos calientes como el rojo oscuro, oro viejo o la mezcla de azul marino con plata. La creatividad tendrá todo su sentido en veladas como la que disfrutaremos.
La mesa, la vajilla y la imagen
El centro de mesa deberá ser siempre bajo con el fin de permitir la comunicación entre los diferentes comensales, a ser posible elegiremos muérdago o ramas de acebo y en el centro un clásico e insustituible elemento, las velas. Su uso creará un ambiente cálido a la estancia en la que nos encontremos. La colocación de la vajilla no debe de presentar ninguna duda, pero si vamos a incidir en que no debemos olvidar los bajoplatos, que deberán tener contraste con el mantel, y que el platito de pan será el situado a la izquierda. La servilleta doblada irá encima del plato. El uso de los cubiertos será de fuera hacia dentro, y en relación a los de postre su colocación irá conforme los usemos con nuestras manos (incluidos los zurdos). Las copas de agua, vinos tinto, blanco o rosado, en este orden de izquierda a derecha. Las de cavas, serán de flauta, y colocadas inmediatamente detrás de las antes citadas. Los aperitivos serán secundarios y en cuanto a la elección del menú nos inclinaremos por aquellas recetas que nos salen especialmente bien o que además constituyan una tradición en nuestras familias.
La imagen de nosotros en Nochebuena debe cuidarse no suponiendo no arreglarnos por el simple hecho de quedarnos en casa. El éxito de un buen anfitrión deberá ser acompañado no sólo de atenciones a esas personas que nos visitan sino también de evitar temas conflictivos y de saber llevar una agradable conversación. Los brindis en los postres nos unirán en los mejores deseos y puede ser un lugar muy apropiado que junto al Árbol y Nacimiento entonemos villancicos a ser posible dirigidos por los más pequeños. Para aquellas personas que deseen hacer regalos en esta noche, el lugar más recomendable sería a los pies del Árbol.
Que esta Nochebuena sea muy feliz en los hogares melillenses.
Por Ángel Gil (Director del Centro de Estudios Protocolo 21)
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viernes, 22 de enero de 2010
Protocolo en Navidad: Anfitriones en Nochebuena
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