El protocolo, según Chacón

El protocolo, según Chacón, consiste en saltarse el protocolo. Por segundo año consecutivo, la catalana eligió pantalones para el acto de celebración de la Pascua militar, pese a que la norma recomienda vestido largo para las mujeres.

No obstante, su atuendo no fue tan controvertido como el del año pasado, cuando su esmoquin negro centró buena parte de las crónicas. Ayer, Chacón optó por un traje oscuro de chaqueta y pantalón, camisa gris con cuello tipo esmoquin, y el pelo recogido en una coleta.

La Casa del Rey precisó que la vestimenta de la ministra, al ser de etiqueta, se ajustaba a las recomendaciones y subrayó que la titular de Defensa informó previamente de su elección para recibir el visto bueno de sus anfitriones.

Sin embargo, algunos de los asistentes al acto hicieron comentarios críticos por el hecho de que Chacón volviera a lucir pantalón. De hecho, fue la única de las mujeres presentes en la ceremonia, a excepción de las militares que iban de uniforme, que acudió con pantalones en lugar de vestido.


La invitación cursada por la Casa Real para acudir al acto establecía para los militares el Uniforme de Gala, modalidad A, y para los civiles el chaqué, en el caso de los caballeros, y el vestido largo en el caso de las señoras .


Por su parte, doña Sofía optó por un vestido color burdeos, mientras que la princesa Letizia lucía uno rojo largo con bordados en la bocamanga. Por su parte, el Rey llevaba uniforme de gala del Ejército de Tierra, mientras que el Príncipe, que se ha afeitado la barba, vestía traje de gala de teniente coronel del Ejército de Tierra. Zapatero y Rubalcaba iban de esmoquin.


Por segundo año consecutivo, Casa Real impidió la entrada de los periodistas en la recepción posterior al acto institucional, de modo que no se formarán los denominados "corrillos", charlas informales de los periodistas con las autoridades asistentes.

Un portavoz de Zarzuela explicó que este cambio de actitud responde en primer lugar al aumento del número de periodistas que se acreditan para este acto y en segundo lugar para permitir que los militares invitados tengan la oportunidad de departir con el Rey "en la más estricta confidencialidad".