martes, 26 de enero de 2010

Las estrategias de aprendizaje y las técnicas de estudio: la correcta decisión del opositor como factor clave para el éxito

La primera decisión a la que se enfrenta un opositor es la elección de la oposición a la que va a presentarse. Es importante analizar la adecuación entre las aspiraciones y capacidades reales del aspirante y las características de la oposición concreta. Los conocimientos previos, considerando todos y cada uno de los ejercicios que haya que superar para conseguir el aprobado definitivo, así como la disponibilidad de tiempo para dedicar a la preparación de la oposición son factores decisivos en la elección.

Una vez decidida hay que ponerse a estudiar.

Hay que estudiar y estudiar bien. No hay técnicas de estudio perfectas ni recetas mágicas para aprender. Porque una técnica es una actividad concreta que sirve para determinadas actividades, pero para otras no.

Hay que organizarse. Es decir, proceder a la planificación del aprendizaje, llevando a cabo su supervisión continuada y la evaluación de los resultados de aprendizaje conseguidos con su aplicación.

Como parte de la planificación, el alumno debe fijarse objetivos de aprendizaje a corto plazo, los cuales servirán para que avance en el estudio a un determinado ritmo y compruebe sus progresos, constituyendo, a la vez, metas cercanas que favorecen la motivación imprescindible para el aprendizaje.

La supervisión del proceso de aprendizaje se constituye en una evaluación personal del progreso. Plantearse si la estrategia de estudio está obteniendo los resultados previstos, es decir, si le ayuda a obtener un aprendizaje significativo capaz de ser memorizado y recuperado cuando sea menester.

Controlar el aprendizaje adquirido es definitivo para no construir la pirámide del conocimiento sobre un castillo de naipes incapaz de sostenerse en el tiempo e imposible de utilizar cuando llegue el momento.

Hay que ser muy constantes y disciplinados. Estudiar cada día, aunque sea un poco, en función del tiempo disponible. Sacando todo el tiempo que sea posible, intentando aprovecharlo al máximo.

En la preparación de oposiciones en las que en la mayoría de los casos y durante mucho tiempo se desconoce la fecha de examen es trascendental trabajar con una estrategia de aprendizaje constante que permita avanzar en el dominio del programa, al tiempo que se revisan y repasan los conocimientos ya adquiridos.

La estrategia básica de aprendizaje en la preparación de oposiciones es la memorización. Lo importante es que el opositor integre el aprendizaje adquirido en una estructura de conocimiento que tenga sentido para él, de manera que sea capaz de transferir dicho aprendizaje.

La memorización, para que el recuerdo posterior pueda producirse de modo eficaz, ha de hacerse de una manera significativa, es decir, estableciendo criterios concretos para memorizar y recordar mejor, intentando relacionar el contenido nuevo con lo que ya sabemos, formando relaciones lógicas o causales en el material a aprender... Gracias a estos procedimientos para retener y memorizar la información, la recuperación del contenido aprendido será más fácil de realizar, recordando también mayor cantidad de contenidos.

Es importante saber que la capacidad de memorizar puede perfeccionarse, desarrollarse y aumentar de manera positiva si tenemos en cuenta cuatro aspectos:

a) Intensidad: la memoria precisa de concentración y de la utilización de varios sentidos, especialmente vista y oído. La concentración es la consecuencia de una atención intensa. No se puede aprender si no se está atento. Y se aprende mejor lo que vemos y escuchamos, aunque simplemente leamos y recitemos lo leído.

b) Repetición: lo que se repite se graba con más fuerza. Conviene estudiar repitiendo lo que se quiere aprender, dejarlo reposar, y, pasadas unas horas, realizar un nuevo repaso. Es muy útil el repaso del mismo día antes de dormir y por la mañana. Con tres repasos en horas distintas se recuerda mejor que con diez repasos seguidos. La curva del aprendizaje y la experiencia recomiendan un repaso al día siguiente de estudiada materia nueva, a la semana del anterior y mensuales que vayan acumulando la materia vista. Los ejercicios similares al examen real son una forma muy recomendable de repaso, pues permiten afianzar conocimientos y descubrir lagunas de aprendizaje, es decir, partes mal aprendidas que requieren volver a ser estudiadas.

c) Asociación: el aprendizaje se refuerza cuando la idea, el texto, se asocian al mayor número de imágenes y emociones posibles o experiencias reales de la vida.

d) Descanso: Para recordar hay que descansar. El estudio prolongado fatiga. Es conveniente hacer descansos de 5 ó 10 minutos cada 45 ó 50 minutos de estudio o simplemente cada vez que cambiamos de materia de estudio.

Existen, también, factores determinantes de la memorización, que pueden ser positivos y negativos. Conviene destacar la teoría de la interferencia y la teoría del deterioro temporal. Respecto a la primera, a medida que se van adquiriendo conocimientos, la fuerza y la calidad de los previos va disminuyendo. Respecto a la segunda, a medida que pasa el tiempo las cosas se olvidan. Esto se corrige repasando y, en la medida de lo posible, utilizando estrategias de repaso diferentes: releer el original (especialmente recomendado en exámenes tipo test), repetir en voz alta lo estudiado (recitar), escribir partes difíciles de memorizar, cantar para retener y, sin duda, realizando exámenes lo más reales posible que permitan comprobar el grado de conocimiento y la evolución del aprendizaje.

Así pues, planificar el estudio a un ritmo adecuado para llegar en perfectas condiciones al examen, estudiar comprendiendo lo que se estudia, comprobar el grado de asimilación de lo aprendido y programar los repasos es el procedimiento o técnica de preparación adecuados para conseguir el éxito.

Pero además de estos aspectos relacionados directamente con la manera de estudiar tenemos que considerar que la constancia, el tiempo de dedicación y la seriedad en el cumplimiento del plan de trabajo previsto son los elementos decisivos para obtener el éxito.

Y, muy importante, mantener la confianza. El alumno que piensa que va en desventaja porque es la "primera vez" parte de una situación de desventaja, pero frente a sí mismo: él mismo se considera suspendido. Existen innumerables casos de alumnos que han aprobado la oposición a la primera. Pero, si no se consigue, los que han permanecido en el esfuerzo y lo han vuelto a intentar lo han conseguido. Eso sí a base de ESTUDIAR.

La gran mayoría puede conseguirlo, sin embargo solo unos cuantos lo consiguen.
Son aquellos que van mejor preparados y estos, con seguridad, serán los que más se hayan esforzado.
Ana Iglesias. Directora de Coordinación Pedagógica de Centro de Estudios Adams.

0 comentarios:

 
El buscador de protocolo © 2008 Template by Exotic Mommie Illustration by Dapina