Los padres tienen que aprender a no condicionar su cariño para sus hijos. La actuación de estos es parte de un proceso de educación y crecimiento y no tiene que interferir el amor mutuo.
Si los niños perciben este amor incondicional, se sienten seguros y pierden la ansiedad debida al miedo de no valer lo suficiente. Esto les permite entrar en una dinámica de comportamiento basada en la convicción de que, no obstante todo lo que pase, es querido y apreciado como hijo y persona.
• Tomarse el tiempo de escuchar a los niños, es importante intentar comprender lo que quieren decir con su lenguaje verbal y no verbal sin la interferencia de preconceptos o desconfianza.
• Reconocerle al niño su valía e importancia y darle refuerzos continuos para realzar su auto-concepto y su confianza en sí mismo. Lo ideal es hacerlo con relación a acciones específicas.
• Hacer que el niño reconozca desde los resultados que ha conseguido, cuáles son sus habilidades y se convenza de que puede, sabe, es capaz y lo que merece la pena.
• Aprovechar todas las oportunidades para poner de relieve que el niño, por el simple hecho de ser un ser humano, está en desarrollo continuo, está en el camino que ha escogido y puede modificarlo si lo desea.
• Acordarse de fechas importantes como cumpleaños o aniversarios de acontecimientos importantes para él. Citar cuando proceda, algo que el niño haya dicho y no dejar pasar desapercibidas las acciones buenas que haya realizado.
• Organizar el propio programa diario de manera que sea posible dedicar a cada niño unos minutos en exclusiva, cuanto más, mejor.
• Hacer que el niño vaya reflexionando sobre sí mismo, sus características y sus posibilidades como persona. Es muy importante desactivar el miedo a buscarse y a conocerse. La claridad sobre sí mismo, es lo más efectivo.
• Acostumbrarse a no etiquetar al niño. En lugar de <
• Utilizar las alabanzas con el mayor número de detalles posibles y enfocarlas desde el espacio positivo y constructivo.
• Utilizar la escucha activa, sin enjuiciar, pidiendo aclaraciones, parafraseando y siendo empático.
• No decirle al niño específicamente lo que debe hacer a menos que él lo pida. Intentar que descubra las posibles soluciones a cualquier problema.
• Aceptar lo que el niño piensa y opina sin decirle cómo hacerlo. Entablar diálogo para permitir que él decida su futura actuación, desde la confianza en sí mismo.
• Demostrar simpatía con frases como <
• Enseñar al niño palabras que simbolicen sus sentimientos para que le sea más fácil expresarlos.
• Hacer juegos con el niño, ejecutar trabajos y en general dejar que él mismo participe en la decisión sobre la forma de pasar el tiempo juntos.
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jueves, 8 de octubre de 2009
Posibles Medidas de Actuación para Fomentar el Autoconcepto de los hijos
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