“La manera más fácil de hacer una distinción entre nuestras emociones es el examinar nuestra motivación (actitud mental y objetivo) y sus resultados. Si una emoción fortalece nuestra paz interior y busca el beneficiar a otros, entonces es positiva o constructiva; si destruye nuestra… serenidad, perturba nuestra mente profundamente y su intención es el de lastimar a otros, entonces, es negativa o aflictiva.
En lo que respecta al resultado, el único criterio es lo bueno o el sufrimiento que creamos con nuestras acciones, palabras y pensamientos, para nosotros así como para otros.” (Gracias a Juan Silvestre Gabarrón Diaz)
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martes, 8 de junio de 2010
Estar atento y saber recibir para entender nuestras emociones
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