Como hablar con mis hijos,Los tres errores más comunes

Temas de conversación con los niños

Cuando estés listo para sentarte y charlar con tu hijo adolescente, ya sea para preguntarle cómo fue su día o para hablar de temas más importantes, tales como las tareas de la escuela, su conducta o sus amigos, ten en cuenta que hay una forma de hacerlo bien y una forma de hacerlo mal. Y si lo hiciste mal, es posible que te metas en un callejón sin salida.


"Es muy importante hablar con nuestros hijos de forma que puedan expresar lo que piensan," explica el doctor Atilla Ceranoglu, psiquiatra de niños y adolescente en Harvard Medical School.

"Hablar con los niños desde pequeños mantienen tanto a los padres como a los hijos en sintonía. Es una preparación sólida para los días tormentosos y embravecidos de la adolescencia".

Aunque las relaciones entre padres e hijos pueden estar plagadas de problemas de comunicación, no tiene por qué ser así. Descubre cómo tener conversaciones más satisfactorias y cómo construir confianza con tu hijo, no importa la edad que tenga.

Atravesar campos minados con tu hijo adolescente

Padre: "Tenemos que hablar".
Hijo (pone los ojos en blanco): “Mmm...".
Padre: "Mira, estoy un poco preocupado por algunos de los amigos que frecuentas. Creo que no son buenos para ti".
Hijo: "¿Qué tienen de malo? Siempre me dices que me abra con la gente. ¡Eres tan hipócrita! ¡No puedo confiar en ti!". (El hijo se va pisando fuerte y golpea la puerta).



Ceranoglu tiene un mentor (aparentemente, un amante de las mascotas) que describe el desarrollo del niño con una bella analogía: Los bebés y los niños pequeños son como los cachorros: puedes abrazarlos y besarlos todo lo que quieras y nunca es suficiente.

Pero los adolescentes son como los gatos: la mayor parte del tiempo te evitan y muy de vez en cuando irán en busca de tu atención. Sin embargo, cuando quieras tocarlos, van a huir.Construir y mantener la relación con tu hijo en edad escolar es crucial para sobrevivir los difíciles años de la adolescencia. Y así como sabes que no debes lanzarte en forma precipitada a un gato asustadizo, hay formas incorrectas de acercarte a tu hijo adolescente o preadolescente.

En espera de una crisis.

Cuando hay mucha tensión, tu hijo no se va a colocar en una posición de abrirse contigo. Entabla un diálogo frecuente y a edad temprana, antes de que surjan los problemas, de esta forma, tendrás una relación de comunicación con tu hijo, algo que es muy importante a la hora de una crisis. "Recuerda lo siguiente: es imposible construir un puente en el medio de un terremoto, pero un puente construido con anterioridad puede ser lo suficientemente flexible y resistente como para soportar el terremoto", dice Ceranoglu. "Las relaciones son iguales: las bases y su naturaleza flexible son ingredientes importantes para lograr la felicidad".

Los tres errores más comunes

El enfoque demasiado directo.

Es probable que no obtengas una buena respuesta de tu hijo si le dices: "Sentémonos a hablar". En cambio, hagan algo juntos y haz que surja la conversación. Si le dedicas más tiempo ahora, ayudarás a construir los puentes que necesitarás más adelante. "La presencia constante de los padres en la vida de los hijos ayudará a que se sientan cómodos al recurrir a los padres cuando algo les moleste", dice Ceranoglu.

Dejar que pase la oportunidad.

Quizás parezca que tu hijo te está rechazando constantemente, pero no significa que quiera que desaparezcas. Estate atento a sus cambios de humor y acércate cuando veas la oportunidad de hablar o de hacer algo juntos.

Qué es lo que funciona.

Aunque logres evitar estos errores comunes, es posible que tu hijo no hable hasta por los codos. Lo que puedes hacer es hacerle saber que estás cerca y disponible cuando él te necesite y estate preparado para dejar de hacer lo que sea cuando tu hijo quiere hablar. No te preocupes, no tendrás que abandonar todo por el resto de tu vida, porque una vez que tu hijo esté convencido de tu interés genuino, ya construiste una relación que promueve la comunicación.
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