En la revolución cultural que plantea la web 2.0, el usuario común descubre, por primera vez, el incalculable poder de producir y publicar su propio contenido acerca de cualquier tema: un producto, un servicio, una experiencia o una figura pública. Esto, que antes sólo podían hacer los especialistas, quizás sea el punto más sobresaliente de la revolución 2.0: el hecho de que cualquiera, desde cualquier lugar, pueda publicar lo que quiera y que, además, lo lean millones de personas en un minuto. Que miles de ojos nos estén mirando en todo momento ha desdibujado los límites de la privacidad -es cierto- pero ha multiplicado los espacios de discusión y ha parado las orejas de empresas, instituciones y figuras públicas que, ahora, comienzan a preocuparse por su imagen y reputación en ese gran mercado conversacional que es hoy Internet.
El espíritu de este nuevo paradigma colaborativo que impulsa la web 2.0 quizás haya sido y lo siga siendo Wikipedia. Esa enciclopedia online, desde su nacimiento en 2001, va construyéndose gracias a los aportes voluntarios de sus usuarios. Y pretende, como dice su fundador Jimmy Wales, que "cada persona pueda acceder a la suma de todo el saber humano".
En esta, digamos, construcción colectiva del conocimiento donde uno puede producir y acceder a cualquier tipo de información es, cuanto menos, llamativo que no figuren los nombres de los intendentes que se sucedieron en el manejo de nuestra ciudad. Justamente allí, donde aspiran a la suma del saber y en un entorno donde el 80% de los internautas son productores de contenidos. ¿Podríamos deducir, entonces, por antonomasia, que esto se deba a una falta de interés colectivo? ¿Por qué sí aparece la nómina de todos los gobernadores de Tucumán y no la de los intendentes? ¿Afecta en algo a la imagen de nuestra ciudad que en un sitio como Wikipedia "no existan" los intendentes? Nadie tiene la respuesta. Lo cierto es que si se eleva la cantidad y la calidad de los contenidos que se producen acerca de Tucumán en la web, estaremos ganando en imagen, notoriedad y reputación online. Algo vital que no pocos pasan por alto y que una asesoría adecuada puede llegar a estimular.
Así como la posesión de información estratégica es un medio de poder, la presencia online es un modo indispensable de participar de ese gran mercado de la web. Hoy, estar o no estar ha dejado ya de ser una opción. Urge saber estar. Y esto implica definir estrategias de comunicación, con especialistas y con objetivos estratégicos y evaluables de presencia en la red. Sólo quien asuma el desafío de navegar en estos emergentes espacios de conversaciones, aprovechando, las ventajas que allí se producen serán capaces de posicionarse de una manera diferente en un entorno cada vez más competitivo y global, sea este un producto, un servicio o una marca-ciudad. Para que el vertiginoso cambio impuesto por Internet no deje en el camino a más de uno.
Por Bruno Cirnigliaro - Master en Comunicación Corporativa - Director de Avanti Comunicaciones
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lunes, 28 de noviembre de 2011
Estar o no estar ya no es una opción
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