El saludo a otra persona, en cualquiera de sus modalidades, debe guardar una cierta formalidad, pues es una forma de mostrar cortesía y buena educación al resto de personas a las que tratamos. Las formas de saludar son tan diversas como las culturas, pero todos los saludos tienen su propia interpretación y dicen mucho de quien los hace y como los hace.
Los saludos más frecuentes en el mundo occidental son los siguientes:
Apretón de manos:
Es el saludo más conocido, especialmente en la sociedad occidental y es válido para saludar tanto a hombres como a mujeres.
La manera de dar la mono dice mucho de uno mismo, la forma más adecuada es dar la mano de manera firme y de forma perpendicular al suelo. El apretón de manos no debe ser ni muy largo, ni de duración breve. La presión del apretón no debe ser muy leve, pues puede suponer que se ha desconfiar de la otra persona o muy fuerte para no generar malestar en la otra persona y mucho menos dar la impresión de dominio sobre el otro.
El abrazo:
El abrazo es la formula más adecuada para ámbitos amistosos o muy cercanos, tanto para saludar como para despedirse.
Se usaría entre familiares o amigos que normalmente se besarían y tienen tiempo sin verse y es más habitual entre hombres que entre mujeres, o entre personas de distinto sexo, si no tienen nexo familiar.
El beso:
El beso en la mano, aunque menos frecuente en nuestros días, es la manera utilizada por el hombre para saludar a una mujer. La forma más tradicional consiste en que el hombre coja la mano derecha de la mujer e incline levemente su cuerpo hacia adelante y acerca sus labios a la mano de ella, sin emitir sonido alguno, de corta duración y seco, es decir, el beso en la mano nunca debe ser húmedo.
La fórmula del beso para cargos eclesiásticos tiene un protocolo especial para cada cargo. Al Papa se le besa la mano realizando una genuflexión, a los Cardenales ha de besárseles el anillo con una leve reverencia flexionando levente la pierna izquierda, mientras que a los Obispos tan solo es necesario hacer una reverencia flexionando la pierna izquierda y haciendo el ademán de besarles el anillo.
El beso en la mejilla, es propio de una relación amistosa cercana, pues su carácter es afectuoso. Es muy habitual entre mujeres y entre hombres es común para saludarse entre familiares. La cantidad de besos para saludar a alguien es diferente según el país donde nos encontremos, por ejemplo en Latinoamérica se da un solo beso, en España dos y tres en Francia.
Cuando conocemos a otra persona debemos mostrar de forma verbal y física nuestras buenas intenciones y nuestra disposición a mantener un buen trato personal, en definitiva, mostrar nuestra educación y respeto hacia el otro. Es por ello, de vital importancia saber la forma correcta de saludar, pues es nuestra carta de presentación ante otras personas.
Lina Patricia López Jaramillo
Máster protocolo internacional
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martes, 11 de enero de 2011
La importancia del saludo en protocolo
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