domingo, 15 de enero de 2012

COMPORTAMIENTO Secretos para ser feliz de a dos

Ser generoso con el otro, tener al menos dos citas románticas al mes, jamás criticar de modo general ni hacer el vacío, son claves según un nuevo estudio.

Llevarle el desayuno a la cama, hacerle un masaje en los pies cuando llega cansado(a), entre otros detalles que pueden parecer insignificantes son, según el National Marriage Project de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, la diferencia entre un matrimonio feliz y uno que se divorcia.


Para llegar a esta conclusión, los expertos midieron qué tan generosos eran 2.870 matrimonios y, según vieron, las parejas que tenían los más altos puntajes en generosidad, también admitían ser las más felices.

"Nosotros definimos generosidad como actos regulares de servicios al otro, así como palabras de afecto", explica Bradford Wilcox, director del departamento y encargado del estudio.

Susana Ifland, directora de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica y experta en parejas, concuerda con sus datos: "No solo en el plano económico, la generosidad debe tratarse de qué puedo hacer que haga feliz al otro. Claro que para lograrlo, también es necesario ser empático y conocer al otro, porque no sirve de nada darle un chocolate si ella vive a régimen".

Estudios anteriores de la Universidad de Virginia también han demostrado la importancia de las citas románticas: "Las citas son buenos predictores de la calidad del matrimonio. Estas instancias permiten a las parejas comunicarse entre ellos, expresar su afecto y disfrutar nuevas experiencias. Yo diría que las parejas deberían tener al menos dos a tres citas románticas al mes", agrega Wilcox.

A esta variable se suma una vida sexual satisfactoria que, según el experto, es uno de los más importantes predictores de felicidad en el matrimonio. "No hay que olvidar que lo que sucede afuera de la habitación es tan importante como lo que sucede en ella. Esto, porque las parejas con altos niveles de compromiso, generosidad y que comparten la misma fe, tienen muchas más probabilidades de estar satisfechas con su vida sexual", dice Wilcox.

Investigaciones de John Gottman -creador del famoso Instituto de Relaciones Gottman-, por su parte, agregan que hacerle saber a la pareja que sus emociones le parecen importantes, aunque no las comparta, son otro punto esencial. Esto, porque las demostraciones de respeto mutuo tienden a limitar el número de peleas que tienen las parejas.

Usted no lo haga. Además, según dice Gottman, hay que evitar cuatro actitudes básicas que pueden destruir un matrimonio.

La crítica, es decir, atacar las características de personalidad de la pareja, y no una actitud puntual, es una de ellas. En esta categoría también están las generalizaciones. Por eso, el "nunca salimos", es mejor reemplazarlo por el "no salimos tanto como a mí me gustaría".

También hay que evitar el desprecio constante, ya sea con dichos o actitudes corporales (como llevar los ojos hacia arriba mientras el otro habla); y el estar a la defensiva, siempre buscando excusas o negando su responsabilidad ante cualquier problema.

Finalmente, reaccionar ante lo que le dice la pareja con un silencio mortal, puede matar un matrimonio.

"Los problemas hay que abordarlos cuando son pequeños, no hacer la vista gorda, porque sino crecen y se agrandan como un tumor. Claro que como dice Gottman, la forma como se hablan es importante: debe ser sin rabia y siempre hablar desde mí. `A mí me molestó que dejaras la toalla en el suelo`. En el fondo se trata de mi problema, no del tuyo, y te lo hago saber. También hay que acordarse de agradecer", recuerda Ifland.

De hecho, ella les recomienda a sus pacientes aplicar estas actitudes aunque en un comienzo parezcan forzadas, hasta incorporarlas como un hábito.

"Muchas separaciones son remediables si se siguen estos pasos", puntualiza la especialista.

AMALIA TORRES | EL MERCURIO/GDA
http://www.elpais.com.uy/

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