miércoles, 2 de junio de 2010

El protocolo ( I ): Formalismos alrededor de la mesa

(Miguel J. Jordá). La mejor regla del protocolo es seguir el viejo refrán, muy español, que dice: "Fueres, donde fueres, haz lo que vieres"..., lo que se traduce en "Sencillez, Comunicación y Diplomacia".

La definición de protocolo nos dice que son "las reglas ceremoniales, escritas o no, establecidas por decreto, o costumbre, en un ambiente determinado, y que en aras del buen entendimiento, educación, cultura, y raciocinio, deben seguirse por todas las partes implicadas".


Las reglas pueden variar de país a país, y mucho más de cultura a cultura, pues he creído leer en alguna parte (o lo ví en un documental de National Geographic), que un embajador daba la mano a un Jefe de Tribu del interior de la Isla de Nueva Guinea, y éste, entendiendo que era un regalo, se la cortó y la comieron de aperitivo. También recuerdo que alguien me contó que un misionero se encontró a una exploradora en el centro de Madagascar, metida en una gran olla empezando a humear, y que el mago del lugar, bailando y cantando alrededor de la olla, de vez en cuando le atizaba golpes, con el cazo, a la cabeza de la pobre mujer,... acercándose el buen samaritano al Jefe, le pidió que, por favor, cuando menos dejaran de golpearla, a lo que el Jefe le dijo, "Pues por favor, dígale Ud., que deje de comerse las patatas".

Debemos recordar que los actuales cubiertos de mesa, no fueron utilizados hasta finales del siglo XVI, o sea a tiempo para que Sancho Panza, dejara de comer con los dedos, o a lo sumo con su navaja de Albacete, aunque sí existían, por separado desde tiempos prehistóricos, en diversas versiones, cuchillos, dagas, espadas, hachas, tridentes, lanzas con múltiples cabezas, cazos para servir la sopa, o echar aceite hirviendo sobre el enemigo, etc., pero, no se usaban juntos en la mesa, o al menos de forma individual, y "obligatoria, por la cortesía de la casa", salvo para comer nécoras, bígaros, percebes, o lichis frescos.

A continuación, las principales normas protocolarias en un banquete:

Cada comensal deberá disponer de un espacio de 60 cm., para moverse con comodidad, y poder al mismo tiempo charlar con sus compañeros de mesa, sin meterle el codo en las costillas, o chuletas.

Nunca se debe llegar tarde, ni demasiado temprano, entre 2 y 5 minutos, después de la hora señalada, sería la hora precisa, aunque antes de que los demás invitados se hayan terminado los canapés, o los “Ferrero Rocher”.

Los bedeles, o en su ausencia, los caballeros ayudarán a la señora de su derecha con la silla. Los caballeros no se sentarán hasta que lo hayan hecho las damas, esta regla NO vale ante la Realeza, que será la que “marque el paso”. Las señoras deberán sentarse en dos pasos, para facilitar la labor de ayuda al bedel, o caballero.

La mesa, nunca debe estar muy pegada a las paredes, ya que ello dificulta la movilidad, y mucho más la posibilidad de un buen servicio, evitando así que el pobre camarero, le pida al comensal de la esquina que pase el bistec, a la chavala de rojo.

La pulcritud, entereza, limpieza y alineamiento, de la vajilla, cubertería, y cristalería, se da por supuesto, estando la cubertería y la cristalería en el orden de uso, salvo la copa de agua, que suele estar a la izquierda del último vaso para vinos, o centrada al frente de estos. Se deben usar “bajo-plato, o plato de base, o de cubierto”, que suelen ser metálicos muy reluciente, o de loza de alta calidad, en cuyo centro se habrá colocado un tapetito, para no provocar ni ruidos, ni golpes al colocar los platos, en que se va a servir la comida. Estos platos se mantienen, hasta la hora de servir el postre, momento en que los camareros aprovechan para limpiar posibles migajas de pan,... que NO deben llevarse a la boca, pues podría interpretarse como sí estuvieran pasando hambre, o estar mal pagados.

Los elementos de la mesa, incluidos mantelería y decoración deben estar de acorde con el ambiente que se desea crear, pues aunque sea una cena de “alto copete”, podría ser muy bien una noche temática, como la de, por ejemplo un Carnaval o una gala de un color o temática determinada, etc.

Nunca se deben llenar los platos de comida, ni los vasos de vino, es mucho más elegante, ofrecer repetir, a que la comida, o bebida se quede en platos y vasos, aunque tampoco hay que remojar pan en el plato, o beber hasta apurar la copa, se suele eximir de llenar “casi” hasta el borde, el Cava, o Champagne.

Cuando se brinda con cava, o Champagne, no deben hacerse chocar las copas, sino simplemente levantar la copa y saludar con la cabeza a sus co-comensales y anfitriones. Esto se debe al gran cachondeo que se armó en una de las fiestas anuales de entrega del Premio Nóbel, en Estocolmo, cuando los 8.596 invitados querían llegar a los premiados, con los que chocar sus copas,... se aprovecho tal evento, para inventar los famosos “números de cola”.

No se deben colocar floreros en las mesas que dificulten la visión directa hacia ningún lugar de la mesa, ni tampoco que sean muy aromáticas, que puedan confundir el bouquet de los vinos, o el aroma de las viandas, tampoco ningún tipo de decoración, candelabros, etc., deberá dificultar la citada visión. Los candelabros deberán estar encendidos a la entrada de los comensales.

Sí se trata de una CENA de protocolo, la mantelería será blanca y bordada, en contraste con los smokings, fracs, chaqués, o similares de los caballeros. Si fuese un Almuerzo, o Merienda, el color de la mantelería, NO debería ser blanca, ni por supuesto “subsahariana”.

Encima de cada plato, o de la copa mediana, estará la tarjeta con el nombre, y los títulos del comensal, salvo que se trate de la Cayetana, más conocida como Duquesa de Alba, que en lugar de tarjeta, lleva su propio pergamino enrollado, con todos sus tutilos nobiliarios.

El plato de base, de cubierto, o bajo-plato, deberá rozar el canto de la mesa, y los cubiertos alineados de forma que su parte baja esté también parejo por la parte inferior a dos dedos del borde, o parejos por la parte superior, estando el más largo a dos dedos el borde. Los cubiertos de postre, o están montados entre el bajo-plato y las copas, o se ponen encima del plato de postre al ser este colocado. Las copas van de menor a mayor, la primera y más pequeña es para el vino blanco, que podría ser de color verdoso, la segunda, algo más grande es para el vino tinto, la tercera, y más grande, es para el agua, puede haber una cuarta, después de la del agua o enfrente del hueco entre la de vino tinto y agua, destinada al Cava o Champagne, siempre de forma alargada, blanca, y sin tallar. El plato del pan, que llevará un cuchillo para untar mantequilla, en caso de que esta esté en la mesa, siempre se coloca a la izquierda del comensal, lo más cerca posible de este, para evitar confusiones con los vecinos..., y provocar acaloradas discusiones, o conflictos internacionales.

Los cubiertos, por parte de los comensales, deben cogerse por su parte central, a igual que las copas deben cogerse por la peana y no por la propia copa.

Evitar o desviar conversaciones de carácter político, religioso, sexista, o de enfermedades y sus remedios, evitar pues responder a la pregunta ¿Cómo está Usted? Sacando del bolso, o cartera, un desplegable anatómico, y un apuntador, aunque sea “láser”, para ir describiendo las dolencias

Los anfitriones deben recibir a los invitados en la puerta de la casa, NO vale mandar a Susana, que solo tiene 5 añitos, los caballeros serán presentados a las mujeres, y los jóvenes a los de mayor edad, NO al revés.

Salvo en los casos que sea la persona homenajeada, o sea la única que ostente títulos de nobleza, o haya sido galardonada con alguna medalla, al honor o a la sabiduría. Las presentaciones siempre se hacen de pié, sí los invitados ya estuvieran sentados, los caballeros siempre se levantarán, salvo que su rango nobiliario, les permita NO hacerlo. Las señoras permanecerán sentadas, salvo que se les presente otra mujer de mayor edad, o más alto rango social.

En las presentaciones, se debe usar los posibles títulos que posea,... el Dr. Tal, o el letrado Cual.

El posible gesto del “besamanos” solo se hará en lugares cerrados, aunque con testigos, y no vale empezar con la mano e ir subiendo por el antebrazo,... sí hay escaleras los hombres irán por delante de las señoras, aunque este principio es discutido, pues sí se trata de NO mirar hacia arriba para ver el paisaje,... en algunos países se hace al revés, o sea el hombre sube detrás de la mujer, y baja delante de ella, por sí esta tuviera una caída, poderla frenar o amparar a tiempo.

Al sentarse en la mesa, el protocolo británico, obliga a los anfitriones a colocarse en las dos cabeceras de la mesa, en cambio según la diplomacia francesa, estos se sentarán, uno frente a otro aunque en el centro de la mesa.

En principio los invitados, esperarán la sugerencia de los anfitriones para que empiecen a comer. Es de buen gusto ver a los anfitriones repetir, lo que sugiere una invitación hacia los demás para imitarles, aunque no tengan ya mucho apetito, uno siempre está a tiempo de decirle al camarlengo, ¡Por favor, póngame, esas hojitas de berro,.. o ese suspiro de coliflor!

En el caso de servir alimentos en que esté permitido el uso de los dedos, como pueda ser el marisco, las chuletas de cordero o alguna de las partes del pollo, con hueso, deberemos colocar junto al comensal, un aguamanil, con agua tibia y una rodaja de limón, o unas hojas de menta, o hierbabuena, que se colocará a unos 20 cm. del borde de la mesa, en la parte derecha del comensal,... NO para que se la beban, como hacían Cantinflas o Mr. Bean,... sino para que puedan limpiarse los dedos, y sí fuera necesario cambiar de vez en cuando dicho aguamanil, o al menos las servilletas.

La cuchara se introduce en la boca, NO por su lateral, sino casi por la punta, sin dar con el codo, al ojo de la compañera de mesa.

Nunca se debe llevar el cuchillo a la boca, ya no solo por educación,... sino porque el encargado de “riesgos laborales”, podría llamarnos la atención.

Con la mano derecha usaremos las diversas cucharas y cuchillos, en el momento que corresponda, mientras que la mano izquierda la usaremos para todo tipo de tenedores,... se salvan de esta norma, los zurdos y los mancos, como Dn. Miguel de Cervantes.

Una vez sentados, permaneceremos,... yo también he sido, rara vez, invitado,... con las manos sobre la mesa, permitiendo, sí es costumbre de la casa, que el camarero, nos coloque la servilleta desplegándola, sobre las rodillas, sin permitir que pasen de medio muslo, caso de hacerlo está permitido darle con el bolso al camarero, por muy enlace sindical que sea.

Sí en la mesa NO hay ceniceros, es señal inequívoca de que no se puede fumar, y sí los hubiera, NO se debe fumar a menos que alguno de los anfitriones lo haga, y siempre pidiendo “permiso” a las damas o comensales más cercanos.

El aperitivo, e incluso el café, en un evento Protocolario, suelen tomarse de pié,... aunque durante este evento, NO se debe pasar el aspirador, o escoba, para recoger posibles migas, tenía que haberse hecho antes.

El momento de empezar la comida la marcará la anfitriona, salvo que su esposo, sea el Rey, o el Presidente electo, aunque haya sido un reconocido y auténtico “pucherazo”.

La anfitriona estará siempre sentada frente a frente con el anfitrión (Protocolo francés), acompañada de un caballero a cada lado, o damas, de libre elección, en el caso del anfitrión.

El anfitrión estará, siempre que sea posible, dando la cara a la entrada del comedor, o salón de banquetes, a su derecha estará la dama de mayor rango y a su izquierda la 2ª dama de mayor rango, nos referimos a “estatus social”, NO a belleza, igualmente pasará con la anfitriona, aunque en su caso serán caballeros,... o al menos eso se les supone,... manos encima de la MESA.

Se debe intentar conseguir formar parejas, en caso de número impar, o prevalencia de unos de los sexos, se EVITARÁ, colocar a dos señoras juntas.
Salvo una necesidad de primer orden, nadie se levantará de la mesa, hasta que la Anfitriona, o Anfitrión Real, invite a pasar al salón azul para tomar café, y sí se hace, se deberá pedir disculpas a derecha e izquierda, dejar la servilleta, al lado izquierdo del plato,... sin que quede metidoen el consomé,... antiguamente en Versalles, en la Corte de Luis XIV, al no existir baños, se solía poner un orinal debajo de cada silla,...¡ Just in case!, en aquella época, SI ponían flores muy aromáticas encima de la mesa.

El baño, o baños estarán en todo momento, listos para “Revista”, con toallas limpias, peines, agua de colonia, servilletas húmedas, suficiente papel de baño, bien aromatizado, etc.

El pan, siempre se corta con las manos. NO está bien visto, empezar a comer pan, antes de que nos sirvan la comida, o entre platos, debemos mostrar apetito, pero NO hambre.

Los camareros suelen tener una obsesión profesional, de rellenar las copas de vino, tantas veces como fuera menester, y eso está muy bien, pero como NO es adecuado, ver retirar las copas llenas del vino que a correspondido al plato recién terminado, pero lo que SÍ esta bien visto es indicar con un leve movimiento de mano, cuando NO deseamos que nuestra copa vuelva a ser rellenada, para ello, NO es necesario tatuarse un STOP, en el dorso de la mano.

Aunque en la mesa, entre cada dos comensales, deba haber un salero y pimentero, NO está bien visto, usarlos, ya que podría demostrar un cierto desacuerdo con el sabor que el Chef, o anfitrión, anfitriona, ha decidido para complacer a la mayoría.

La boca, aparte de haberse cepillado los dientes antes de llegar, se limpia llevando la servilleta a los labios, o sea a la entrada más habitual para ingerir comida, NO esta mal visto, limpiarse la comisura de los labios, en especial las damas.

NO se deben llevar niños, ni mascotas, a Cenas de Protocolo, salvo que se indique lo contrario, aunque sí llevamos al loro, deberemos vigilar su lenguaje habitual.

NO hay que acercar el plato, o la copa al camarero, en un afán de ayudarle, pues además de estar mal visto,... no por ello va a repartir la propina con nosotros.

En los grandes banquetes protocolarios, debe haber un Plano de la MESA, donde durante el posible aperitivo, tomaremos nota mental del lugar que nos corresponde,... a veces es útil el uso de una brújula o un GPS.

El posible MENÚ de la cena, estará impreso con los anagramas, o escudos correspondientes, colocado a la derecha del comensal, lo más cerca posible de este, o encima del bajo-plato, apoyado en la servilleta, con letra de estilo manuscrito, sin demasiadas filigranas académicas sobre la composición de los platos y sin necesidad de tener que sacar las gafas de leer, o pedir ayuda de traductores.

SÍ, por desgracia o casualidad, alguien llega tarde, se le servirá el mismo plato que en esos momentos están comiendo los demás, quizá, con una porción ligeramente aumentada, pero NUNCA se empezará por los platos que se ha perdido, tampoco tiene derecho a llevárselos a casa en una caja de PICNIC, o a indemnización alguna, por muy “hijos de la Gran Bretaña”, que sean.

Se deben respetar las normas de vestimenta requerida para el acto, SÍ no se requiere una formal, en la INVITACIÓN debe poner “informal”. Que la tarjeta lleve anotado, “traje de noche”,... no significa necesariamente, presentarse en pijamas.

La terminación de la comida, la marcan los anfitriones, levantándose, de forma muy espaciada, para dar pié a que los invitados se den cuenta del gesto, por lo que los anfitriones, deberán esperar a levantarse, hasta el momento adecuado, intentando evitar interrumpir cualquier conversación que pueda haber entre invitados, para conducirlos al “salón escarlata o turquesa”.

Y por último, pero NO menos importante, es agradecer a través de una tarjeta o una llamada telefónica, según sea la rigidez, o confianza del caso, el hecho de haber sido invitado,... y sin preguntar, cuando nos van a invitar de nuevo.

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