miércoles, 27 de enero de 2010

Iris azules También conocida como Flor de Lys



La flor favorita de Van Gogh y muchos pintores del Renacimiento.
Las culturas india y egipcia utilizaron el iris como símbolo de la vida y la resurrección.
Estas flores, cuando llegan, pueden convivir abigarradas en un solo jarrón pero en cuanto empiecen a florecer se estorbarán unas a otras. Te recomendamos que repartas los tallos en 2 o más jarrones e incluso prueba a poner un solo tallo en un jarrón.

En todo caso, no tires el ramo cuando se hayan marchitado las flores. En ocasiones, hay un segundo capullo oculto que puede llegar a brotar y florecer.

También conocida como Flor de Lys, es el emblema de casas reales y nobiliarias. La flor favorita de Van Gogh y muchos pintores del Renacimiento.
Representaba la vida y la resurrección en las antiguas culturas de la India y Egipto. Símbolo de sabiduría y valor.

Originaria del Sur de Europa y el área mediterránea, Iris significa arco iris en griego y, si bien en estado salvaje esta flor tiene multitud de colores, las que encuentras en el mercado son de color azul, malva, blanco y amarillo. Para la mitología griega el Iris era el mensajero de los dioses con los hombres, que había robado el reflejo de las estrellas y actuaba de correveidile entre los amores secretos entre el cielo y la tierra.

Pero ya tres mil años atrás, en Knossos, un artista desconocido creó una pintura con la figura de un rey en una de las paredes del gran Palacio. Cuando terminó, quiso rodear su obra de magnificencia y boato y no se le ocurrió otra manera mejor de honrar la pintura del monarca que rodearlo de una pintura que representa un tupido fondo de iris en flor.

Las culturas india y egipcia utilizaron el iris como símbolo de la vida y la resurrección. Tutmosis III (1504-1450 antes de Cristo) creó en la ciudad egipcia de Karnak, para celebrar la conquista de una amplia franja de Asia Menor, un espléndido jardín con las flores y plantas que trajo de su campaña guerrera y escogió las especies más exóticas para representarlas en una obra tallada en piedra para el templo de Anon. El iris fue una de las flores seleccionadas.

Incluso Alejandro Magno no pudo evitar la tentación y el embrujo de esta preciosa flor y regaló iris a su amante, Hefestión, tras lograr una gran victoria en Isos, donde derrotó al rey Darío III lo que le permitió consolidar su avance por el imperio Persa.

Hasta el siglo XII el lirio (también conocido como Azucena) era el emblema de la casa monárquica de Francia. Pero en 1179 el rey Chlodwig I tuvo un sueño en que un ángel le entregaba un iris y le conminaba a que lo utilizara como emblema de su dinastía. Desde entonces, esta flor es el símbolo de Francia y de la dinastía de los Borbones.

Luis VII de Francia la utilizó como emblema en su Cruzada contra los Sarracenos y, desde entonces, fue conocida como la flor de Louis y de ahí el nombre pasó a llamarse “flor de lys”. Aunque hay otra teoría que defiende que su nombre procede de Flandes, en concreto de la abundancia de esta flor en las riveras del río Lys.

A través de Luis XI, el iris pasó a formar parte también del escudo de armas de la familia florentina de los Medicis y por extensión de Florencia y la Toscana. Debido al impulso mediceo a las artes, el iris fue ampliamente representado en las pinturas y esculturas del renacimiento y, por influencia, en la pintura flamenca, alemana y española, llegando a los cuadros de Vicent Van Gogh, que sentía debilidad por esta flor.

Con amplias y reconocidas propiedades cosméticas y curativas, esta flor ha sido intensamente utilizada para la elaboración de potingues, bálsamos y ungüentos desde el medievo, especialmente para los afeites y cremas de la alta nobleza, el clero y las monarquías europeas.

El iris es una especie muy delicada y de fugaz belleza: su vida es de las más cortas entre las flores, con una duración que oscila entre los 3-6 días. No creas que las has cuidado mal cuando se estropeen. Es que la belleza es lo que tiene.

En todo caso, no tires el ramo cuando se hayan marchitado las flores. En ocasiones, hay un segundo capullo oculto que puede llegar a brotar y florecer. Pero no siempre sucede y no en todo los tallos. Tendrás que arrancar la flor marchita y esperar a ver qué pasa.

El iris es una flor sedienta y es muy fácil descuidarse y encontrarse el ramo sin agua. Tienes que hidratarla constantemente vigilando que siempre tenga agua. También es importante que elimines el follaje que quede por debajo del nivel del agua para que no se creen bacterias que estropeen la floración.

Estas flores, cuando llegan, pueden convivir abigarradas en un solo jarrón pero en cuanto empiecen a florecer se estorbarán unas a otras. Te recomendamos que repartas los tallos en 2 o más jarrones e incluso prueba a poner un solo tallo en un jarrón. Verás qué efecto tan bonito.
info@floresfrescas.com

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