jueves, 1 de octubre de 2009

Detalle diferentes componentes moleculares no verbales de la comunicación

Veamos a continuación en detalle diferentes componentes moleculares no verbales de la comunicación, con el objetivo de ser más conscientes de su importancia comunicativa y poder trabajar para controlarlos mejor en la medida de lo posible:

• Mirada

• Expresiones faciales

• Sonrisa

• Postura/orientación corporal

• Gestos

• Distancia interpersonal

• Contacto físico

• Apariencia personal



La mirada

Varios estudios avalan el hecho de que las personas socialmente competentes suelen mirar a la mitad superior de la cara del interlocutor, incluyendo a los ojos. Es frecuente el hecho de que la persona que mira más, provoca más respuesta comunicativa en los otros.

Generalmente se mira más cuando se está escuchando (74% del tiempo) que cuando se habla (40%); esto es porque la mirada sirve para acompañar el discurso; así, una pausa en nuestro monólogo puede verse acompañada de un desvío momentáneo de la mirada. En las situaciones en las que estamos hablando con más de una persona, debemos mirarles a todas.

Cuando estamos escuchando, no mirar puede ser interpretado como falta de interés, distracción, prisa … En general supone una invitación al otro para que deje de hablar.

Que se produzca el contacto ocular, es por tanto, importante, y satisfactorio en la mayor parte de los casos . La duración del mismo dependerá de otras variables, como la relación que exista entre las personas. Los enamorados se miran durante más tiempo a los ojos que los compañeros de trabajo, por ejemplo.

La mirada dice mucho de las actitudes y los sentimientos de las personas. Mirar a los ojos con mucha intensidad durante un tiempo sostenido puede ser interpretado en ocasiones como un signo de hostilidad. Por el contrario, la evitación de la mirada se interpreta como signo de tristeza, de vergüenza, de timidez, de falta de confianza…

En general, los seres humanos utilizamos, consciente o inconscientemente, el recurso comunicativo de la mirada cuando:

• Nos interesan las reacciones que tiene el interlocutor, su opinión, sus emociones, sus reacciones, etc.

• Estamos interesados en la otra persona, nos gusta y nos sentimos atraídos por ella

• Poseemos un estatus superior; así, suele ocurrir que los jefes miran más a los ojos de sus subordinados, que éstos a sus superiores

• Somos extravertidos

• Estamos escuchando

• Pertenecemos a una cultura que concede valor al contacto visual

• Estamos situados lejos de la otra persona.

• Sentimos necesidad de ser aceptados

Y es menos probable que miremos a los ojos cuando:

• La distancia física con la otra persona es muy corta

• Hablamos de temas que nos resultan difíciles, o muy íntimos

• No nos interesa la otra persona, o nos cae mal

• Somos introvertidos

• Nos sentimos confusos, tristes, avergonzados, o inferiores a la otra persona

• Queremos ocultar algo

• Pertenecemos a una cultura que castiga la mirada directa

• No nos interesa ser aceptados por la otra persona

Estas variables no deben ser entendidas como la causa de la mirada o de ausencia de la misma; ya mencionamos anteriormente que el comportamiento social es situacional; y en cada situación interactúan muchas variables externas e internas, para dar lugar a un comportamiento determinado; es por tanto la combinación concreta de variables la que determinará el resultado final, y en este caso, el hecho de mirar más o menos.

Pero conocer estas generalidades sobre la mirada nos puede servir para analizar nuestro propio comportamiento y tratar de mejorar aquellos aspectos que mejoren nuestra competencia social ; ya sabemos, por ejemplo, que si queremos comunicar a alguien que nos interesa, mirarle a los ojos durante la conversación nos estará ayudando a hacerlo.

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